¿Cómo es el sabor del ruibarbo?

Hablar del sabor del ruibarbo no es tarea fácil. No precisamente porque no existan palabras para describirlo, sino porque se trata de un ingrediente único en su clase. Esto se debe a que se trata de un ingrediente que es pariente del apio, lo cual le da un cierto parecido en su sabor. Sin embargo, en esencia, es una verdura con una acidez muy peculiar y fácilmente reconocible, la cual resulta ser un ingrediente increíble al ser mezclada en comidas dulces.

Por esta razón, cuando se trata de la cocina gourmet es común mezclar el sabor del ruibarbo con miel, frutas y azúcar. Estas mezclas producen tal equlibrio que llevan un paraíso a cualquier paladar, lo que lo convierte en un ingrediente exótico, pero también muy demandado.

El sabor del ruibarbo y su historia

El sabor del ruibarbo es inusual en verduras, pero el asunto con respecto a sus peculiaridades no se queda ahí. Históricamente, pese a que es botánicamente una verdura, fue declarado como fruta en Estados Unidos en el año 1947, y hasta la fecha sigue siendo considerado como una fruta en dicho país.

Si bien no pasa más allá de un dato curioso, no deja de ser algo menos importante, ya que existe el pay del ruibarbo e inclusive antídotos de ruibarbo. El primero es parte común de la cocina americana; el segundo tuvo una importancia más bien trascendental sólo en el siglo pasado.

Por otra parte, hay que decir que aunque se comercialice en todo el mundo, el origen histórico del ruibarbo se remonta al continenete asiático, donde en un principio tuvo una función principalmente medicinal.

No fue sino hasta su exportación a Estados Unidos y Gran Bretaña que la popularidad del ruibarbo como ingrediente exótico para las comidas adquirió renombre y clase. Puede que si no fuese por este hecho la verdura no halla sido ni siquiera capaz de traspasar las fronteras de Asia.

Características

A la hora de hablar de las características de este vegetal hay que mencionar que su única parte comestible es el tallo. Esto se debe a que sus hojas son tóxicas para el ser humano, ya que contiene una gran cantidad de ácido oxálico.

En este sentido hay que decir que el ácido oxálico es utilizado para pulir pisos de mármol, y es capaz de provocar la presencia de cálculos renales, siendo uno de sus principales causantes.