El origen de los huevos y el conejo de Pascua

Una tradición tan popular como la de los huevos y el conejo de Pascua, tal y como todo en este mundo, dispone de un origen y una explicación que ayudan a comprender los motivos que la hacen tan especial para muchas personas alrededor del planeta. Considerando que la Pascua es una fiesta religiosa que busca enaltecer la muerte y resurrección de Cristo, a simple vista, el hecho de que se encuentre vinculada con este animalito y con huevos no tiene mucho sentido así que vamos a aclarar un poco este panorama.

Con muchas teorías alrededor y versiones bastante llamativas, veamos entonces la explicación que pareciera ser la más viable y acertada.

Las tradiciones de la Pascua

Según la tradición judeocristiana, se habla de que el domingo justo antes del amanecer, María Magdalena se dirigió al sepulcro de Jesús, quien había sido crucificado desde el viernes. Su objetivo era ungir el santo cuerpo, pero al llegar además de notar que la puerta estaba entreabierta, descubrió al conejo que sería el único testigo de la resurrección de Jesús. Puesto que su tarea es llevar la alegría y compartir la buena nueva, a este animalito se le adjudicaron también unos huevos de chocolate que posteriormente empezaron a ser ornamentados.

Al ser símbolo de fertilidad, el conejo es visto como una manifestación de la resurrección. En cuanto a los huevos de colores, estos por ejemplo eran colgados de los árboles en Alemania tal y como si se tratase de un pintoresco árbol de navidad.