La peste negra, la peor epidemia de la historia

Sin importar si se trataba de ricos o pobres, la peste negra fue una pandemia que azotó a la Europa del siglo XIV dejando como resultado el fallecimiento de 85 millones de personas y en consecuencia ciudades enteras vacías. La enfermedad como tal era ocasionada por la bacteria Yersinia Pestis, transmitida de manera sencilla por las ratas y las pulgas de estas mismas, asimismo, incluía síntomas tales como nauseas, fiebre, sed y un gran decaimiento que en conjunto y ante la falta de antibiótico conducían inexorablemente hacia la muerte.

Tuvo lugar a mediados del siglo XIV, entre los años 1346 y 1347, condenando a la población europea casi que al exterminio pues nadie sabía a ciencia cierta cuál era su origen ni mucho menos su tratamiento.

Propagación de la peste negra

El punto de partida de esta enfermedad se sitúa en la ciudad comercial de Caffa (actual Feodosia), en la península de Crimea, a orillas del mar Negro, siendo los primeros contaminados los integrantes del ejército mongol. De otro lado, está el factor del aire, a través el cual se transmitían variaciones tales como la peste neumónica o pulmonar, sin embargo, las ratas infectadas que cruzaban los mares en embarcaciones jugaron el papel principal cuando tocaban tierra.

Debido a que el índice de mortalidad pudo alcanzar el 60 por ciento en Europa, pues además del fallecimiento de los enfermos, familiares como niños y adultos mayores al quedar a su suerte terminaban envueltos en falta de cuidados y alimentación que marcaban el camino para que también se extinguieran, esta situación fue realmente catastrófica.